100 millas de Uribelarrea

Aventuras

100 millas de Uribelarrea

A campo traviesa

100 millas de Uribelarrea

100 millas de Uribelarrea
100 millas de Uribelarrea
100 millas de Uribelarrea

Los chicos adoptan rápidamente las malas costumbres si no tienen la guía de sus padres para prohibírselas. Malas costumbres que tienen que ver, generalmente, con lo temerario, lo prohibido.

Pero en el caso de estos 50 muchachones, ya sin la guía correctiva de sus mayores, no hubo forma de evitar que adoptaran la mala costumbre de largarse por donde no hay caminos; por donde falta asfalto y sobra tierra, por donde se deshace el auto y los brazos quedan medio descoyunturados, las caderas fuera de lugar y algunas otras partes con paspaduras incipientes.

La edición anterior de esta "Baqueteada Puro Placer" dejó con ganas a los que la hicieron y desesperados a los que no la hicieron. Entonces los Viña, un clan de tres generaciones, se largaron nuevamente a descubrir, medir, marcar, revisar, pedir permisos y recorrer la ruta; hacer las hojas instructivas y asistir a los intervinientes en todo su recorrido. Y sacar fabulosas fotos. Solo por el placer de hacerlo. Robándole tiempo a sus familias y algunas monedas a su patrimonio.

Entusiasmados, los Viña redefinieron la medida de la milla y en vez de 160 km ahora las 100 millas miden 193 km. ¿Por qué? Porque se les dio la gana ¿y qué…?

La prueba no costó nada, no tuvo ganadores, ni premios, ni cronómetros. Solo la posibilidad de disfrutar nuestras baquets creadas para los caminos de tierra y huella. Algún otro móvil también apto para la patriada se prendió sin dudar: un Auburn tipo explorador, una cupé de TC y una chatita Ford A (cuando no…).

Arrancando desde Canning, la ida recorría 133 km, el primer tramo a campo traviesa, abriendo tranqueras y sorteando alguna hacienda que nos miraba con ojos desprovistos de toda inteligencia pero que nosotros imaginábamos asombrados. Familias enteras de puesteros salían a ver a esos locos que tomaban por la hondonada, cruzaban las cortaderas y me metían en el rastrojo de soja para salir al camino real, ese medio poceado que las Hi Lux no quieren tomar.



 

100 millas de Uribelarrea
100 millas de Uribelarrea

100 millas de Uribelarrea
100 millas de Uribelarrea
100 millas de Uribelarrea

Los tres Viña jóvenes, en sus motos enduro, se iban adelantando alternadamente para guiarnos y evitar que tomáramos la dirección equivocada y termináramos en el fondo de un zanjón. El Viña viejo, el nuestro, conducía su legendario Moon accediendo a la diversión que él mismo había creado.

La etapa terminó en Uribelarrea, en la fábrica de cerveza, donde unas deliciosas rubias, coloradas y alguna negra nos refrescaron de las fatigas del camino. Cervezas ellas, claro…

Picada y panzottis, acompañaron los relatos de las anécdotas y recuento de máquinas heridas:
- A mí se me rompió una correa y perdí las dos ruedas delanteras (sic).
- Yo pinché dos veces.
- A mí se me aflojó hasta la prótesis dental.
- Yo perdí tal tuerca.
- Mi línea de combustible se tapó.
- Nosotros cuatro nos encajamos en el huellón de Don Toribio.
- El "codo de tenista" que me aquejaba se convirtió en "cuerpo de tenista" y me duelen hasta las pestañas.
· A nosotros se nos partió el soporte del farol. · Yo tuve un agujero en el tanque de nafta y se me giró el pituto de la bomba de freno. · A mí se me aflojó el brazo Pitman derecho. · Etc., etc., etc.,

Dicen que hubo una baquet muy grande, original, con un piloto muy chico, réplica, que debió ponerle suplementos a los pedales (Alec Daly dixit).

Dicen que hubo un Socio que inventó que él era imprescindible en el equipo de apoyo, para poder prestarle su baquet a un amigo entusiasmado pues haría la salida navegado por su hijo.

100 millas de Uribelarrea
100 millas de Uribelarrea

100 millas de Uribelarrea
Familia Viña
Familia Viña

Aldo Perlini no resistió la tentación y en ruta al Rally Caminos del Salado paró un rato para vernos llenos de tierra y hacernos reír un rato. Miguel Tillous quiso venir y no pudo, pero sí pudo lanzar imprecaciones al maldito destino que le superpuso fechas.

Muchos que no se animaron a inscribirse ya se están arrepintiendo.

La segunda etapa, de "solo" 60 km, fue un poco más amable, por caminos un tanto más benévolos, aunque aún polvorientos y la hicimos de taquito. Todo lo que había que romper o perder ya lo habíamos roto o perdido y todo lo que tenía que doler ya nos dolía.

Así de lindo nos fue. Tanto, que esta salida pinta como para repetirse. La conclusión es que los Viña están locos. Desde el viejo Viña, pasando por sus dos adultos hijos y terminando con su nieto Pedro "enduro" Viña (14 años). También los amigos que colaboraron como equipo de apoyo. Todos locos, gracias a Dios, porque nos regalaron un día más lindo que robar una sandía.

Un agradecimiento para ellos, tan intenso y divertido como el raid mismo.

100 millas de Uribelarrea

Participantes    100 MILLAS URIBELARREA II
 Alec Daily/Charly Walmsley  HWD Baquet
 Bacoy Jorge  Riley Baquet
 Bitz Daniel  Ford A Baquet
 Bongiardino  Orly y Federico  Packard Baquet
 Büchele Carlos  Ford A Baquet
 Büchele Jorge  Ford A Pick up
 Cabada Guillermo  Ford A Baquet
 Campana Luis/Elías Héctor  Ford A Baquet
 Di Gaeta Roberto  Chevrolet Baquet
 Ferioli Federico  Studebaker Baquet
 Ferioli Jorge  Auburn Expedition
 Mazzarotti Bocha  Ford T Baquet
 Penedo Luis  Rugby Baquet
 Pugliesi Carlos  Ford A Baquet
 Rubinetti Pedro  Ford T  C
 Vaiseta Eduardo  Opel Baquet
 Viña J.C./Marenzi/Pedota J. M.  Moon Baquet
 Dorso Jorge/Zitto Roberto  Nissan Camioneta
 Pedota José  Toyota Camioneta
 Sanchez Ortega Santiago  Mitshubisi Camioneta
 Solerno Sebast./Long Federico  Nissan Camioneta
 Gandolfo Nico  Honda Moto
 Pagano Juan P.  BMW Moto
 Rochina Martín  Yamaha Moto
 Solerno Raul  Yamaha Moto
 Viña Cako  Honda Moto
 Viña Pedro  Yamaha Moto
 Viña Ricky  Honda Moto