Maratón Vintage

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Viernes, 5 de la tarde, terminaba de hacerle los últimos aprestos al Moon: cargar batería, medir aceite, inflar gomas, etc., cuando mi hijo me dice: "Viejo, abajo del auto tenes la laguna de Chascomus" ¡Al maldito radiador se le había rajado el tacho inferior…! Chau Maratón Vintage para mí.

Este evento, organizado por el Club de Automóviles Clásicos, como sucesor del mítico "Desafío Ford-Chevrolet" que hace años se hacía en el autódromo de La Ñata, se disputa ahora en el Velódromo de Bella Vista. Vintage, Post-Vintage y Baquets fueron las categorías en que se dividió la prueba.

Frío, mucho frío en las primeras horas de la mañana, llegando en el auto de calle al no fácilmente ubicable velódromo de Bella Vista. Muy lindo circuito, muy de la época, con muchos árboles a los costados, pero como la velocidad está limitada el peligro que representan está minimizado.

Con una concurrencia de más de veinte baquets, muchas auténticamente criollas y varias de pedigrí, fue la categoría que, realmente, le dio colorido al festival. C.A. de A.A. anotó varias máquinas: Pugliesi, Elías, Campana, Vacarezza, Battaglia, con baquets. El Dr. Oliva con Ford 35 Post –Vintage.

A media mañana el sol trajo alivio al frío matinal.

La prueba consiste en repetir durante quince vueltas el tiempo que se hizo en la primera. Partían en grupos de 6 ò 7 autos por serie. Era realmente hermoso ver esos autos en un circuito que por su aspecto concordaba con su época.

Una Bugatti, un Ford, un Wolsley, un Nash, otra Bugatti… Un festival para los ojos y para los oídos, sobre todo cuando algún corredor se olvidaba que la prueba era de regularidad y le picaba el bichito de la velocidad.

Los resultados de la prueba a nadie le importaron, se disfrutó la charla, las bromas, el espectáculo, el choripan, la camaradería y el día de sol.

Por: Juan Carlos Viña