Cuatro pequeños Austin Seven

Cuatro pequeños Austin Seven

Baires-Ushuaia-Baires. Round trip.

Cuatro pequeños Austin Seven

Austin 7
Austin 7
Austin 7. En el rancho que habitara Butch Cassidy
Austin 7. En el rancho que habitara Butch Cassidy
Austin 7. Puerto San Julián y réplica del galeón<br/> de Magallanes
Austin 7. Puerto San Julián y réplica del galeón
de Magallanes

Desde la seca y ventosa Patagonia, escribo tarde, pero seguro. Tarde porque tuve un altercado con un terceto de cirujanos que se disputaban diferentes porciones de mi cuerpo. Resuelto esto, viajamos a Bariloche a principios de Febrero.

Llegamos justo para alistar el Wolseley ‘27 (¡ponerle nafta nomás!) y salir con un grupo ecléctico de autos del Club de Autos Sport y Clásicos de Bariloche (CASCLAB) a saber: un Ford A ‘29 Phaeton (ex Cacho Ruiz de CAFA) manejado por su hijo Mariano; un Rocha Vintage (RV), ex Martín Arana, manejado por Gustavo (Tavo) Amadeo, su hijastro, probablemente el Rocha más original de los 19 ó 20 que se construyeron; (Tavo e "Ito" Dellepiane fueron los reales fundadores del Club de Automóviles Sport de Bariloche, ahora con el agregado de "Clásicos"); un LN Special de Gustavo Lanús, auto construido por su abuelo, Gustavo Lanús también, historia que requeriría un capítulo aparte; el Porsche 911 de José Bellora, nuestro mejor regularista local y, finalmente, Paco García en un restauradísimo Fiat 800 que viene de un segundo puesto en las "500 Millas del Sur" 2008.

El motivo de esta salidita fue recibir a cuatro Austin Seven del mismo "750 Club" que nos visitaran hace unos cuatro/cinco años atrás. Vince Leek, el líder del grupo antes y ahora, y Chris Parkhurst fueron los únicos dos que nos visitaron antes. Esta vez hicieron Buenos Aires – Ushuaia por Ruta 3 y Ushuaia – Buenos Aires vía la Cordillera, con muchos de ripio (750 km) por la notoria Ruta 40. Pasaron las de Caín en la R 40, llegando heridos pero de pie a El Bolsón y entrando triunfantes a Bariloche escoltados por nuestros autos. Los agasajamos en la Cervecería Blest (¡obvio!) y la noche antes de la partida tuve un pequeño party en casa, incluyendo a algunos miembros de la inglesada de Bariloche. Les encantó la total informalidad del ágape, que era todo autoservicio de bebestibles y comestibles. Como siempre sucede, quedaron sorprendidos por cuántos hijos y nietos de ingleses mantienen el idioma y las costumbres por estas tierras.

Los acompañamos hasta el empalme de la 40 con el camino a La Angostura y se fueron a sus raudos 50 Kph con saludos y agradecimientos. Luego, Vince me mandó un mail diciendo que llegaron a Heathrow en medio de una tormenta de nieve, cortando clavos porque el piloto abortó dos aterrizajes y cuando finalmente apoyó las ruedas vieron el despliegue de bomberos y ambulancias, esperando lo peor en la misma pista. Seguramente todos los aeropuertos alternativos estaban con la misma meteorología, pero Heathrow tiene el mejor equipo para aterrizajes en malas condiciones, inclusive aterrizajes "sin manos" o "sin piloto".

Matarte en un moderno avión comercial después de viajar en un Austin 7 de 1928 alrededor de 8.400 Km de secos, inhóspitos y pedregosos caminos patagónicos sería demasiada mala suerte… En www.austinstoargentina.net hallarán el relato (en inglés) y más fotos de su visita. Vale la pena.

Austin 7. Llegando al Glaciar Perito Moreno
Austin 7. Llegando al Glaciar Perito Moreno

Por: Roberto Macnie