Los Socios llevaron sus máquinas hasta 1931, alineándolas prolijamente en el estacionamiento del Club. La mayoría fueron Ford A, cucarachas indestructibles del período 28/31, aumentado su número por la circunstancial presencia de amigos del C.A.F.A.

Por allí se infiltró el Dodge 1930 de Madoto y, oficiando de Mariscal de Campo, tres pasos adelante, se ubicó nuestro familiar Bentley 1927, Speedster, de Rogès.

La disposición de los autos sobre el terreno semejaba a una formación de la película «Lanceros de Bengala», con el flemático Lieutenant Alan McGregor al frente del plebeyo cuerpo de soldados Sikh, (aunque, por mejor buena voluntad que pusimos, no pudimos encontrar parecido alguno entre Ruben Rogés y Gary Cooper).

Asomando, desde el quincho, siempre alegres y bien dispuestas, un grupito de baquetes Ford A conformaban la patrulla logística.

Mientras tanto, dentro del salón comedor lo único que importaba eran las artes masticatorias, sobre una gastronomía criolla muy alejada del british "kidney pie". Uniendo todo reinaba, como siempre, la camaradería y amistad que siempre caracterizó nuestras reuniones.