Guanaqueras

Guanaqueras

Los Coroneles y sus intrépidas Guanaqueras trepadoras.

Guanaqueras
En lo alto del Tontal pasó cualquier cosa: se <br/> deshicieron todas las cubiertas, incluso las de <br/> auxilio, y se rompió el cardán de una 4x4 que  <br/> hubo que soldar con la ayuda de tres baterías <br/> en una labor de cuatro horas. Pero por fin <br/> alcanzamos el cerro Pircas (4368 msnm) y <br/> bajamos para dormir junto a una ciénaga que al <br/> día siguiente logramos atravesar con mucho <br/> esfuerzo.
En lo alto del Tontal pasó cualquier cosa: se
deshicieron todas las cubiertas, incluso las de
auxilio, y se rompió el cardán de una 4x4 que
hubo que soldar con la ayuda de tres baterías
en una labor de cuatro horas. Pero por fin
alcanzamos el cerro Pircas (4368 msnm) y
bajamos para dormir junto a una ciénaga que al
día siguiente logramos atravesar con mucho
esfuerzo.

Antes que "Hasta Alaska en Toyota" y "Con Nissan a la Luna", el ingenio y la inventiva criolla vencieron la escabrosidad de la Alta Cordillera.

Es un buen momento para un homenaje a los que abrieron, en el país, la etapa del off roading genuino. Hace ahora alrededor de 40 años que en San Juan se juntó un grupo de amigos con la inquietud de explorar los Andes y llegar a sitios que antes nadie había alcanzado. Algunos nucleados en la UTT (Unión Tomadores de Tinto) no cazadores y exploradores respetuosos de nuestra geografía. Desarrollaron para ello un tipo de vehículos sui generis. Todo elemento posible estaba en redundancia (dos tanques de nafta, dos de agua, dos baterías, dos bobinas, doble tracción funcionando en forma independiente, tres bombas de nafta, etc.), los motores potentes y el peso reducidísimo: techo de toldo, por capó una lona, butacas de Citroën 2 CV, y así por el estilo. En suma: tiro de llanta máximo con peso mínimo, la fórmula ideal para trepar.

Con ellos realizamos algunas excursiones atrevidas. La más audaz seguro fue la del Cerro Traviesa 1998 por la cresta del Tontal, sin huellas y con nubes amenazantes que si se cerraban nos dejaban varados a cuatro mil metros sin escape posible. Y… ¡guarda por donde se circulaba! porque si uno se apartaba de la cumbrera cualquier acarreo de cascajo chupaba el vehículo en forma irremediable.

Saliendo desde Barreal hubo que transitar más de veinte kilómetros por la cumbrera, desde la Antena hasta el Cº Pircas, donde se iniciaba la violenta bajada para retornar a San Juan.

A menudo se llegaba al límite, como en cierta trepada por una Canaleta pedregosa donde el grip era igual a cero. Con ingenio y perseverancia al final igual se zafaba. O se producía la rotura de un palier en la solitaria Laguna Brava, debiendo repararlo in situ. En el altiplano los fierros siempre mandan (y los hombres, del mismo modo, cuando se apunan).

Una de las Guanaqueras genuinas. Existían en  un momento alrededor de ocho, algunas carrocería Estanciera. Era un lobo vestido  <br/> con piel de oveja. Mecánica chacarera, pero invulnerable e indestructible.
Una de las Guanaqueras genuinas. Existían en un momento alrededor de ocho, algunas carrocería Estanciera. Era un lobo vestido
con piel de oveja. Mecánica chacarera, pero invulnerable e indestructible.

Atrapado en la ciénaga. No había forma de <br/> rodearla. La única manera era atravesarla y <br/> ayudarse mutuamente con la eslinga. Adelante  <br/> la Disco de Pedro, atrás la Guanaquera de los <br/> Volpini. Al fondo se perfila el Cº Pircas.
Atrapado en la ciénaga. No había forma de
rodearla. La única manera era atravesarla y
ayudarse mutuamente con la eslinga. Adelante
la Disco de Pedro, atrás la Guanaquera de los
Volpini. Al fondo se perfila el Cº Pircas.
Guanaqueras

Las "Guanaqueras" nacieron en la década de los sesenta por iniciativa del viñatero sanjuanino Julio Devoto, quien corría en Turismo de Carretera con el seudónimo de su finca: Ampacama. Era un batidor apasionado, pero no solo de animales de caza regulares sino, sobre todo en el solitario páramo, de guanacos… y de vicuñas. Se armó un carro sui generis: con un motor de Ford A, volante alivianado, diferencial reforzado, ruedas como las de F1 traídas por un amigo desde USA, todo perforado, super liviano, una batería de moto Gilera y volantito de karting. Devoto fue un precursor en lo referido a la relación peso/potencia, logró una maravillosa: 420 kg/100 HP. Se evitaba así el diferencial delantero.

Un compañero manejaba mientras Ampacama, atado y parado, disparaba. El Ford trepaba como una cabra por donde se escapaban los guanacos.

Inspirado en este artefacto, algunos entusiastas sanjuaninos comenzaron a armar vehículos de excursión todo terreno que llamaban, también, Guanaqueras. Cuando varias de estas máquinas atravesaban la Puna, levantando nubarrones de tierra, parecían las columnas de blindados de Montgomery y Rommel en el Norte de África. Así nació el apodo de Coroneles.

El Pebi Zimmermann, ideólogo del grupo, poseía incluso esta súper T 9. El holgado lugar de carga era para llevar las vituallas y las  <br/> bebidas. Derecha: Trepada por una pendiente pedregosa con grip igual a cero. Al final hubo que tomar envión subiendo con las ruedas  <br/> traseras en sesgo por la ladera.
El Pebi Zimmermann, ideólogo del grupo, poseía incluso esta súper T 9. El holgado lugar de carga era para llevar las vituallas y las
bebidas. Derecha: Trepada por una pendiente pedregosa con grip igual a cero. Al final hubo que tomar envión subiendo con las ruedas
traseras en sesgo por la ladera.

Descripción técnica

Entre los miembros del grupo nunca faltaron <br/> apuestas, como este reto aceptado por el <br/> genial Volpi con su hijo, dotando su <br/> Guanaquera con cuádruples atrás y duales <br/> adelante para trepar por donde nadie lo había <br/> intentado antes. Los premios de estos desafíos <br/> eran, invariablemente, varias cajas del mejor <br/> vino añejo.
Entre los miembros del grupo nunca faltaron
apuestas, como este reto aceptado por el
genial Volpi con su hijo, dotando su
Guanaquera con cuádruples atrás y duales
adelante para trepar por donde nadie lo había
intentado antes. Los premios de estos desafíos
eran, invariablemente, varias cajas del mejor
vino añejo.
Guanaqueras

De las 7 u 8 Guanaqueras fabricadas no hubo dos iguales, aunque su equipamiento era similar. Llevaban chasis de Estanciera o Gladiator y motores Torino o Chevrolet de 6 cilindros. Aunque también hubo un Ford V8. Su "ferretería" era simple y apta para ser reparada en lugares inhóspitos con las herramientas que se pudieran llevar. La poca carrocería que tenían era de aluminio. Los asientos eran mullidos y de género, tipo 2CV. El techo y el capot no existían siendo reemplazados por una lona. Todo este ahorro de peso hacia que su centro de gravedad bajara hasta el límite de hacerlas prácticamente involcables. Si bien sus motores eran simples, su capacidad de trepada haría hoy ruborizar a más de un moderno 4x4. Este extraordinario potencial de gradiente obedecía a dos factores importantes: su pronunciada desmultiplicación total de casi 50 a 1 y su bajo peso, de unos 1.200 kg. Otra característica era el uso de cubiertas finas y resistentes, no radiales más susceptibles a cortaduras y roturas.

Capacidad de trepada

A nivel del mar, sobre concreto muy rugoso: 61,5° Capacidad de trepada remanente, sobre concreto, a 6000 m de altura: 25°

Las chatas van desapareciendo por la cresta, con nubes amenazantes al fondo…
Las chatas van desapareciendo por la cresta, con nubes amenazantes al fondo…
En la cima del Cº Pircas: 4.368 metros sobre el nivel del océano
En la cima del Cº Pircas: 4.368 metros sobre el nivel del océano

Por: Federico Kirbus