Carrera del Centenario

Carrera del Centenario

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Se desarrolló con gran éxito y repercusión, la Carrera del Centenario 1912-2012, a 100 años de la primera competencia de autos registrada en la Provincia de Santa Fe y del interior.

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El automovilismo de la región y del país vivió un momento histórico. El público acompañó masivamente el evento organizado por el Club Atlético San Jorge y la Comuna de Carlos Pellegrini, que contó con el auspicio de la Municipalidad de San Jorge, Caroyense, Establecimiento Don Chiaffredo, Club de Automóviles Antiguos Rafaela y Comuna de Estación Clucellas.

La carrera, de alcance nacional, unió San Jorge – Rafaela – Carlos Pellegrini.

Tanto el viernes en las instalaciones del Club Atlético San Jorge y en las calles de la ciudad, como el sábado en todo el trayecto, el evento fue una verdadera fiesta. El recorrido se realizó por los mismos caminos de tierra de la competencia de 1912. Participó una muy buena cantidad de pilotos de diferentes puntos del país con sus espectaculares baquets.

El viernes hubo exposición en el Club, luego un desfile por las calles de la ciudad de San Jorge y por la noche un lunch de bienvenida.

El sábado, día de la esperada carrera, se largó temprano tipo Le Mans, con autos a 45 grados y los pilotos formados al frente de sus máquinas. La caravana se dirigió al Autódromo "Parque de la Velocidad" y de regreso al Club para el inicio oficial de la competencia de regularidad.

El recorrido por caminos de tierra unió San Jorge con Sastre, Garibaldi, Eustolia, Estación Clucellas (refrigerio), Plaza Clucellas, Saguier, Roca y la siempre pujante ciudad de Rafaela.

En la localidad de Garibaldi, de escasos pero cálidos 150 habitantes, piloto y copiloto debían ingresar a la centenaria estación del ferrocarril, donde los esperaba un árbitro y un arquero ataviados de época con la camiseta del Club Atlético San Jorge listos para atajar penales. Todos ejecutaron, aunque se les aconsejó, a posteriori, seguir con el automovilismo histórico y ni intentar incursionar en el balonpié. La excepción fue José María Pedota quien se pronunció arquero, atajando un penal. La salida fue con tortas fritas calentitas y a seguir la carrera.

Mas pequeña aún, con 60 habitantes, los esperaba la localidad de Eustolia, donde la prueba de habilidad personal consistía en arrojar la taba, consiguiéndose el mismo consejo impartido anteriormente. En esta localidad, realmente, el tiempo volvió atrás. Lo más moderno que vimos fue un Ford A del 29. Boliche con mesas afuera, todos a caballo, mucho gaucho y china, brasero, pava y mate amargo o dulce para todos. Párrafo aparte merecieron unos lechoncitos a la estaca que, no pocos, picotearon.

La próxima localidad, Estación Clucellas, ya a la vera de la ruta, mostraba los progresos que la misma impone, salvo en su también centenaria y muy bien ambientada estación de ferrocarril. Refrigerio criollo con chorizo hervido y salame seco; agrupación gaucha y prueba de habilidad personal que consistía en el juego del sapo. Bien pipones, a seguir por los caminos levantando polvo y despertando saludos y sonrisas de todo el mundo.

A la llegada a "la Perla del Oeste Santafesino" nos esperaban todos los Socios del Club de Autos Antiguos Rafaela en su hermosa sede-museo, donde no divisamos personal contratado alguno; salvo el asador. Propietarios de envidiables autos, con su Presidente, el "Pianta" Platiní a la cabeza, fueron nuestros mozos y no dejaron que nada falte. Terminado el banquete, los participantes giraron en el mítico Autódromo "Óvalo" Ciudad de Rafaela, poniéndole broche de oro a un día de emociones y disfrute inigualables.

El regreso fue libre, en caravana, hasta Carlos Pellegrini. La fiesta concluyó con la exhibición de los autos y una cena de camaradería que incluyó la entrega de premios y reconocimientos, además de numerosos sorteos entre los cuales no podían faltar las dos tabas utilizadas más diez pelotas de futbol.

El sapo también fue obsequiado a CAdeAA por aportar 20 magnificas baquets, conducidas por los avezados pilotos Jachuf Claudio, Campana Luis, Pedota Jose Maria, De Luca Diego, Di Gaeta Roberto, Pincehelyi Andrés, Chávez Horacio, Groso Carlos, Rica Eduardo, Büchele Carlos, Viña Juan Carlos, Fernandez Oscar, Filgueiras Carlos, Vaccarezza Germán, Elías Héctor, Massarotti Aníbal, Cruz Adrian, Caviglia Hugo, Amiano Héctor, Breitling Armin y Damonte José.

La nostalgia y la pasión se unieron para el deleite de los fanáticos, en un evento inolvidable.

Un agradecimiento muy especial a todos los participantes, ya que se respetaron los tiempos y se noto una enorme prudencia en los autódromos y en los caminos, a los Presidentes comunales de todas las localidades visitadas, a la Sub-Comisión de automovilismo del C.A.S.J. y al director de la prueba, Sr. Carlos Gerbaudo, que de forma totalmente desinteresada, colaboraron para que todo sea un éxito.

Alejandro Ridolfo
Fotos: Miguel Tillous

Carrera del Centenario
Soy un tipo muy afortunado

Carrera del Centenario
Carrera del Centenario
Carrera del Centenario
Armin jugando al sapo. Ternengo observa pensando <br/>¿Carreras con juego de sapo? No tengo visto… <br/>El juego está ahora en CAdeAA, ganado en buena ley.
Armin jugando al sapo. Ternengo observa pensando "
¿Carreras con juego de sapo? No tengo visto…"
El juego está ahora en CAdeAA, ganado en buena ley.

En algún restaurant de Esperanza cada 4to viernes, nos juntamos un grupo de amigos de los fierros a hablar exclusivamente de eso, "fierros". Por supuesto la conversación viene bien regada y no faltan los alimentos. A esas reuniones asiste también Jorge "el Nene" Ternengo de quien se podrían escribir varios libros sobre su vida fierrera. En una de esas reuniones hablamos de la "Carrera del Centenario":

Nene: Che Armin, ¿qué te parece si la corremos juntos? Creí tocar el cielo con las manos, ¡correr con nada menos que con Ternengo! Pero, ¿con que baquet?, pregunté

Nene: Se la pedimos prestada a Zanatta, seguro que nos presta una.

Efectivamente, Jorge Zanata nos prestó una baquet y allí partimos para participar del evento.

Fue una experiencia realmente inolvidable. Desde el momento en que llegamos a San Jorge fue una seguidilla de reportajes, fotos, saludar a un montón de gente, viejos admiradores y charlas inolvidables con el amigo José María Pedota y Ricardo Cordaro, quienes tanto saben del tema carreras.

El "Nene" tiene un humor extraordinario, casi todos cuando lo saludan le dicen "Che Nene, sos el único que queda vivo de la gloriosa CGT" (Copello, Gradassi, Ternengo) y Jorge mirándome de reojo diciéndome "parecería que todos me quieren ver muerto también…."

Ser navegante del "Nene" es algo extraordinario, hombre y auto inmediatamente su fusionan, a pesar de su físico menudo, maneja la baquet como a un juguete con dirección hidráulica. Continuamente juega con ella, haciendo mini picaditas con Hugo Caviglia, tocándose las ruedas, bocinazos, etc. etc. (por algo le dicen el Nene). Pero en el momento de las papas yo le indicaba la velocidad requerida y allí la clavaba, cuando algún accidente geográfico nos obligaba a variar la velocidad, el mismo y sin cálculos recuperaba los tiempos ganados o perdidos. En los tramos de enlace, mientras el pie se le ponía pesado sobre el acelerador, continuamente me relataba experiencias de vida y carreras. Su charla es muy amena y nunca se cansa de hablar.

Pero lo mejor ocurrió cuando dimos unas vueltas en los circuitos de San Jorge y el mítico ovalo de Rafaela, continuamente me daba lecciones: Por aquí se gana una cuerda; para pasar por fuera hay que hacer así; fíjate, con este peralte ponemos el auto a tantos kph y no necesitamos tocar el volante; la mayor velocidad se consigue pegado al paredón; a las curvas hay que atacarlas por aquí y salir por allí; etc. etc.

Realmente me siento un tipo muy afortunado, acompañar y recibir esas lecciones por parte de una de nuestras glorias del automovilismo nacional, no tiene precio.

Armin Breitling
Foto: M.Tillous