Llegamos con tiempo para recorrerel centro de Santa Rosa que concluía en una laguna con sendero peatonal a su alrededor. Allí, fuimos observados por el dueño de una Ford F 100 de los sesenta que nos detuvo para hacer referencia a nuestro Fiat l500. Después de nuestro paseo (San Francisco – Santa Rosa) habíamos recorrido más de 2.300 km. y teníamos la intención de lavar la coupé, preguntándole por un lavadero al que nos condujo personalmente, siendo nuestro guía por la ciudad. Coincidentemente quedaba en la esquina del Sr. Carlos Sierra (Socio del Club organizador) quién nos atendió en su oficina cordialmente.

Concentramos el sábado en el estacionamiento del Casino de Santa Rosa. Luego de los fuegos de artificio que iluminaron el cielo y al compás de los acordes de una banda militar hicimos la largada simbólica. Eran 92 autos en su mayoría contemporáneos y de interés especial. Se destacaba entre ellos un Mercury Montclair rojo y blanco que fue elegido por el voto de los concurrentes como el MEJOR AUTO del evento.

Nuestro Club participó con 5 autos: Luis Ferrero, su esposa Adelin y su hijita Fátima Cielo con un FORD T 1924; Héctor Elías y su esposa Mónica con un FORD A 1929, Juan Motyluk y su esposa Maida con un PEUGEOT 404 1974, Eduardo Herce y Rita acompañados por German Vaccarezza y su esposa Angélica en un PEUGEOT 404 1974 y nosotros, Roberto y Alicia Di Gaeta, con un FIAT 1500 1967.

Al fin de la 1º etapa, en la plaza principal de Riglos, fuimos recibidos por el pueblo y un grupo de niñas y adolescentes (con mucho frío) que desfilaron detrás de su bastonera. Dentro del Municipio nos aguardaba un humeante chocolate y dulzuras varias que compartimos con las niñas.

La 2º etapa concluyó en Macachin, donde almorzamos en el Club Social, donde nos obsequiaron un libro de fotos que recreaban la vieja estación del ferrocarril, la fonda, el despacho de bebidas, imágenes religiosas, rejas y llamadores de antaño, buzones, edificios antiguos y Salinas Grandes, para concluir con una amplia reseña de imágenes actualizadas

Más tarde se inició la 3º etapa hacia Toay, donde entramos encolumnados hacia la Intendencia frente a la plaza principal. Este lugar es muy significante para Héctor Elias cuyo padre nació en esta ciudad y poseía un auto como el suyo. Jóvenes, niños y mayores apostados a ambos lados de la calle vieron realizar un slalom a los autos participantes, que no perdían oportunidad de acelerar sus motores. Como estamos acostumbrados, pero no deja de sorprendernos y halagarnos, los habitantes de los pueblos vecinos saludaban, asombrados, la belleza de los autos.

La cena y entrega de premios se realizó en un Centro de Jubilados de Toay, que nos colmó de atenciones y nos sorprendió con un humeante locro. Los trofeos consistían en tallas de madera realizadas por un artesano de Macachín, muy originales. Nosotros obtuvimos el premio al auto que llegó de más lejos.

Agradecemos al Club de La Pampa el esfuerzo que significó hacer este Rally. Hasta el próximo año amigos.

Ferrero y Adelin, con Ford T 1924: 3º Interés especial.
Elia y Mónica, con Ford A 1929:5º Vintage.
Di Gaeta y Alicia, con Fiat 1500 1967: 5º Contemporáneos A
Motiluk y Maida, con Peugeot 404 1974: 25º Contemporáneos B
Herce y Vaccarezza, con Peugeot 404 1974: 30º Contemporáneos B