Rally de Pergamino

Rally de Pergamino

Rally de Pergamino. Los Di Gaeta
Rally de Pergamino. Los Di Gaeta
Rally de Pergamino. Raúl Tejedor
Rally de Pergamino. Raúl Tejedor

Cualquier excusa es buena para volver al pago donde uno ha nacido, máxime cuando se puede disfrutar de los amigos compartiendo la pasión por un auto antiguo, en un Rally que se ha consolidado como todo un éxito, en virtud de la cantidad creciente de participantes que convoca.

La mayoría de ellos amigos y viejos conocidos cuyas "caras de postguerra", (categoría a la que pertenezco) , no solo han mantenido con sumo esmero la "carrocería" en buen estado, sino que han prescindido de "restauraciones" que a más de uno hubiesen hecho sentir como en las mejores épocas de los bailes o "asaltos" juveniles.

Por suerte, todos conservan su "originalidad" aunque a veces sea difícil descubrir "modelos conocidos".

Muchos inscriptos y muy buena onda.

Esta vez, la prueba se hizo rumbo a los pagos de Juncal. Prueba entretenida y despojada de dificultades que puedan hacer sentir mal a los que recién se inician en la actividad.

Una vez más, la fiesta de bienvenida con la sencillez de la gente de pueblo chico, su agradecimiento y su alegría por ver autos bien conservados, te pone el espíritu por las nubes y te deja abierto el interrogante de querer saber quién hace feliz a quién.

Asado con concurrencia a punto del desborde, pero solucionado con muñeca propia de gymkhana, magos, cantantes, actores locales que hicieron reír mucho en un clima de alegría y festejo.

A la hora de los reconocimientos, Roberto Di Gaeta (que ya casi juega de local), me concedió el honor de entregar el presente que llevamos de CAdeAA. Todo un gesto de su parte.

A la hora de los premios, tanto Roberto y Alicia como mi cuñado "el Pato" Oppenlander y yo (rebautizado por Ernesto como Lander Open), nos trajimos cada uno el primer premio de la categoría.

Abrazos de despedidas, promesas de retornar el año próximo y feliz de haber pasado un fin de semana junto a la familia y a los amigos.

Por: Raúl Tejedor.