Rally de los Glaciares

Rally de los Glaciares

Un sueño realizado

Rally de los Glaciares

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Rally de los Glaciares
Di Gaeta en la gloria. Ortelli, Multi Campeón de TC <br/>con Chevrolet acaricia a la Negrita
Di Gaeta en la gloria. Ortelli, Multi Campeón de TC
con Chevrolet acaricia a la Negrita
Rally de los Glaciares

La experiencia de llegar con nuestros autos hasta el glaciar Perito Moreno grava en nuestra memoria otro hecho inolvidable, gracias a ser parte de nuestro querido Club. Hablando entre amigos de CAdeAA, siempre surge algún dialogo recordatorio, más o menos así:

¿Te acordás que bien lo pasamos cuando fuimos a Chile? ¿Y cuando fuimos a Salta? ¿Y cuando fuimos a… …? Tantos lindos lugares que, de no ser por nuestro Club y nuestra pasión por los autos antiguos, quizás no hubiésemos conocido. Bien, ahora le agregaremos otro "¿Te acordás que bien lo pasamos en El Calafate….?"

Todo se inició con la invitación que nos llegó de parte de la Asociación Amigos de Autos Antiguos de dicho lugar, lo que motivo que varios de nuestros Socios se inscribieran. Sew trató del 6to Rally de los Glaciares que se efectuó durante los días 13,14 y 15 de febrero ppdo.

Gracias a nuestro amigo Miguel Rivas de Old Car y su esposa, quienes desde Buenos Aires actuaron en representación del Club organizador, coordinamos el transporte de nuestros autos hasta su destino, El Calafate, del que nos separan 2.760 km. Todo se realizó sin ningún contratiempo, y coordinadamente, ya que llegamos por vía aérea al mismo tiempo que los camiones, lo que permitió que fueramos nosotros mismos quienes descargáramos los autos en un predio facilitadov por Gendarmería Nacional.

Como es de costumbre, el día previo a la competencia, fuimos agasajados con una recepción en el Hotel Posada Los Alamos, donde recibimos las respectivas inscripciones e instrucciones relacionadas con el Rally.Allí nos encontramos con el invitado especial del evento, nuestro campeón de TC, el Sr Guillermo Ortelli y su familia, quienes participaron de la competencia.

Al día siguiente, desde el mismo hotel, se efectuó la largada simbólica de las sesenta y tres tripulaciones registradas. Recorrimos la RP 11 hasta Punta Bandera, pudiendo apreciar el hermoso Lago Argentino que justamente se celebraba los 130 años de su descubrimiento.

Luego enfilamos hacia el glaciar, pero ya llegado el mediodía, hicimos una parada en la ribera del lago Mitre, donde disfrutamos de un almuerzo y aprovechamos para estrechar vínculos de amistad con los demás participantes. Luego del descanso, largamos la segunda etapa por un camino soñado el que, si bien sinuoso, su estado es excelente y muy seguro lo que permitió que, dado la belleza del paisaje, nos hiciera olvidar que estábamos en carrera.

El ingreso al Parque Nacional Perito Moreno fue magnifico. Cuando por fin divisamos el glaciar el paisaje se tornó fantástico. Parecía increíble poder apreciar desde tan cerca esa maravilla de la naturaleza.

Si bien lo conocíamos por medio del cine y la TV, la realidad de estar a pocos metros nos produjo una inmensa sensación de gratitud por el hecho de haber podido llegar a ese sitio.

Ya estacionados, fuimos invitados a navegar en un moderno catamarán rodeando el glaciar y percibiendo desde muy cerca como se iban desprendiendo trozos de hielo al producirse el lento avance de esa enorme masa helada.

Luego subir al mirador, donde nos esperaban con un rico chocolate o te caliente y masas. El regreso fue libre hasta nuestro hotel, donde nos prepararíamos para ir a cenar el infaltable "corderito patagónico".

Al día siguiente se efectuó una carrera de velocidad controlada, que consistió en dar cinco vueltas a un trazado que circunda la costanera del lago Argentino.

Por la noche, la premiación y cena de camaradería se realizó en el Hotel Los Alamos, donde concurrieron autoridades nacionales, provinciales y funcionarios del municipio de El Calafate. Todo en un ambiente de armonía y amistad que invitaba a regresar a esa hermosa ciudad.

Hugo Anitori
Fotos: Anitori,-Di Gaeta,-El Ovalo Azul.
Foto principal: Gentileza de El Ovalo Azul
Dirección del álbum del Ovalo Azul:
http://www.flickr.com/photos/elovaloazul/sets/72157623363690273/

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Participantes y clasificación CAdeAA

Rally de los Glaciares
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Anecdotario del Rally

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Blooper de Juan Carlos Viña

Dentro de la historia del Rally hay historias más pequeñas que merecen ser contadas. Por ejemplo la actuada y sufrida por Juan Carlos Viña.
Al día siguiente de la llegara, nos preparábamos para salir hacia el Glaciar, cuando Roberto Di Gaeta nos comentó que Viña tenía un problema eléctrico. En su auto, no él. Enseguida recibe una llamada de auxilio del susodicho y decidí acompañarlo para ver si, todos, a veces podíamos solucionar el problema.
Encontramos a Juan Carlos zambullido en el motor cortando unos cables, conectando otros en un destripe descontrolado. Di Gaeta sacó una bobina de su Chevrolet 38 para reemplazar la supuestamente averiada, pero como no había mucha luz para ver la chispa, Roberto preguntó si podíamos poner los dedos en el cable de bujía para verificar la esquiva chispa. Silencio… cri, cri, cri… El mismo que lanzó el desafío tuvo que verificar si había chispa. Y si…. ¡había!
Tímidamente, para no evidenciar una falta imperdonable, preguntamos si tenía nafta. La rápida respuesta fue SI, TIENE NAFTA…, en el mismo tono que empleamos todos cuando damos una respuesta obvia a una pregunta obvia.
Como el 35 tiene bomba eléctrica (perdonable sorpaso a la originalidad en un V8) le pedimos que la hiciera funcionar. Si señor, Ud. adivinó, sonaba más que vacía, no había nafta en ningún lado del 35. Ni olor a nafta había. Nosotros, los mecánicos de ocasión empezamos a agrandarnos y Viña a achicarse.
Parece mentira, hombre grande y experimentado, Socio de larga data, padre y abuelo… sin nafta. Lo fuimos dejando solo, sonriendo divertidos, y pensando cuándo le habíamos cargado combustible a nuestros coches, no sea cosa que…
En fin, todo deja una enseñanza: Cuando salgas con un Ford, tené en cuenta que solamente funciona con nafta.

Arturo Neuberger
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Tranquilo Pablo…

Estábamos terminando el Rally, llegando al Perito Moreno, cuando en una subida, curva y entrada por la derecha a un mirador, vemos al Sr. Gamboa (factótum y alma mater del Rally) estacionado sobre mano izquierda tomando, supongo, el último control secreto. Delante mío un Volkswagen iba despacito, despacito, mirando el paisaje y decidiendo si entrar o no al mirador, casi parado en medio de la ruta. Freno y maldiciones consecuentes. ¡JUSTO AHORA! Este pedazo de pastenaca… el control… la gran p..., etc. Mi mujer, sonriendo divinamente, me dice: No te preocupes, total el cronómetro no me taqueaba desde dos autocontroles atrás, así que te cantaba los tiempos a ojo… No te dije nada para que no te pusieras nervioso. (!!!!!!!)

Pablo Dukarevich
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El País, su Historia y su Gente
El Calafate

Rally de los Glaciares
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Rally de los Glaciares

Ciudad ubicada en la provincia de Santa Cruz, Argentina, toma su nombre del calafate, palabra de origen tehuelche, arbusto de flores amarillas característico del sur de la Patagonia; sus bayas de color azul oscuro son utilizadas en la fabricación de dulces.

El Calafate es la puerta de entrada al Parque Nacional de los Glaciares donde se encuentra el mundialmente conocido Glaciar Perito Moreno. La región donde se emplaza la ciudad y sus alrededores fueron exploradas por vez primera a mediados del siglo 19 por diferentes expediciones, una de ellas integrada por el Perito Moreno quien dio el nombre de Lago Argentino al lago sobre cuya ribera meridional se asienta la ciudad. La estepa y los bosques de lenga, ñire y coihue son el escenario natural donde viven pumas, zorros colorados y grises, liebres, guanacos y huemules.

El Calafate surge en las primeras décadas del siglo XX. En su origen, no era más que un punto de aprovisionamiento de los transportes de lana, realizados en carreta, desde las estancias de la zona. Se lo reconoce oficialmente el 7 de Diciembre de 1927, cuando el Gobierno Nacional emite un decreto para crear varios pueblos nuevos con el propósito de afianzar el poblamiento de la región.

Sin embargo, fue la Administración de Parques Nacionales la responsable de su consolidación y, durante muchos años, fue esta institución la más importante de la localidad, trayendo la electricidad, inaugurando el primer cine, abriendo caminos, construyendo puentes, gestionando la primera hostería del pueblo, entre otras infraestructuras.

De algunas decenas de habitantes al momento del asentamiento original, en la actualidad su población supera las 22.000 almas convirtiéndose así en mayor crecimiento poblacional a nivel nacional durante la última década.

Ubicada estratégicamente y conectada por vías terrestres y aéreas -cuenta con un aeropuerto internacional-, El Calafate es el eje de todas las actividades de la región. Su principal actividad económica es la industria turística.

Flor y fruto de la planta de calafate
Flor y fruto de la planta de calafate

Leyenda del Calafate

Rally de los Glaciares

Del libro Joiuen Tsoneka (leyendas tehuelches) de Mario Echeverría Baleta

Koonek, la anciana hechicera de la tribu estaba demasiado agotada para continuar caminando hacia el norte, el invierno estaba próximo y había que buscar lugares donde no faltara la caza.
Como era habitual en estos casos, se le construyó un buen kau y se le dejó abundante comida, pero seguramente no le alcanzaría para todo el invierno. Para esa época no existían los caballos ni los calafates.
Quedó totalmente sola, hasta los pájaros emigraron con la llegada de las primeras nieves, pero ella subsistió inexplicablemente. A la llegada de la primavera se asomaron las primeras golondrinas, algunos chorlos y unas inquietas ratoneras. Koonek les increpó la actitud por haberla dejado sola, sumida en el silencio, a lo que las avecillas respondieron que ello se debía a que durante el invierno no tenían donde resguardarse del viento y del frío, además en el otoño el alimento les era escaso.
Koonek, sin salir del toldo les respondió: "Desde ahora en adelante podrán quedarse, tendrán abrigo y alimento". Cuando abrieron el kau, la anciana hechicera ya no estaba, se había convertido en una hermosa mata espinosa de perfumadas flores amarillas que al promediar el verano ya eran moradas frutas de abundantes semillas. Los pájaros comieron sus frutos, también los Tsonekas y desparramaron las semillas de aike en aike.
Ya nunca más se fueron las aves y las que se habían ido volvieron al enterarse. Por eso: "El que come calafates, vuelve".

Koonek : calafate. Kau : Toldo, Casa. Tsonekas: nombre verdadero de los llamados: Tehuelches, Aónikenk o chonkes Aike. Joiuen: leyenda

¿Cómo describir la magia de este paisaje? No existen las palabras para expresar el sentimiento que produce contemplar este milagro de la naturaleza.
¿Cómo describir la magia de este paisaje? No existen las palabras para expresar el sentimiento que produce contemplar este milagro de la naturaleza.