El auto que murió dos veces

El auto que murió dos veces

Pura adrenalina, el "chancho" aullando en los cambios, el huracán en la cara, el latido sordo del motor masivo por el escape sin silenciador, era una experiencia que nunca olvidaré.

Querido sobrino

El auto que murió dos veces
Momento en que el auto es descubierto <br/> abandonado en una fábrica que se <br/> desmantelaba en Ciudadela. Casi cincuenta <br/> años después las discusiones sobre si este auto <br/> fue o no el de Zatuszek siguen candentes.  <br/> (Archivo Sanchez Ortega  <br/> www.vivenaqui.com.ar)
Momento en que el auto es descubierto
abandonado en una fábrica que se
desmantelaba en Ciudadela. Casi cincuenta
años después las discusiones sobre si este auto
fue o no el de Zatuszek siguen candentes.
(Archivo Sanchez Ortega
www.vivenaqui.com.ar)
El SSK el día que lo fueron a buscar a Ciudadela.  <br/> El joven Iriarte observa fascinado como  <br/> manosean su nueva adquisición. (Archivo <br/> Sanchez Ortega www.vivenaqui.com.ar)
El SSK el día que lo fueron a buscar a Ciudadela.
El joven Iriarte observa fascinado como
manosean su nueva adquisición. (Archivo
Sanchez Ortega www.vivenaqui.com.ar)

Para quienes no lo identifican, Carlos Zatuszek corrió en Formula Libre Argentina con Mercedes Benz desde el ´27 hasta el ´37. En esos 10 años corrió primero con un Mercedes K, motor 6 cilindros, árbol a la cabeza, 6300 cc, con compresor. El motor del K era un brillante diseño de Ferdinand Porsche de 1922 y fue puesto en un chasis angosto y alto que lo hacía casi inmanejable a más de 120 kph, pero Zatuszek, el hombre con las manos de hierro, fue el único piloto en la historia de Daimler-Benz que lo pudo domar, aquí el auto inmediatamente recibió el apodo de "Omnibus". Y no solo domar, sino salir 2º en su primera carrera superado únicamente por el Studebaker de Cástulo Hortal. Esto fue en Pergamino sobre un circuito de 305 km a un promedio de 100 kph, en tierra, por supuesto. En el ´28 cosechó terceros puestos en Mercedes, las 500 Millas de Rafaela y el Gran Premio Argentino. Luego Pedro Ganduglia le prestó su Mercedes S más ancho y bajo, con el cual salió 3º en el Audax de Córdoba y 2º en Chivilcoy. Cuatro terceros puestos y dos segundos, en dos autos diferentes y dos abandonos en sus primeros 12 meses de corredor, llamaron la atención del público que vio nacer un nuevo ídolo: el "alemán" Zatuszek.

Juan Malcolm compró directamente de la Daimler Benz un SSK nuevo, chasis Nº 36245 a fines de 1928 con un montón de repuestos. Primero lo corrió en carreras Europeas y finalmente lo embarcó a Argentina casi un año después, a fines del ´29. Su única carrera con este auto fue el GP de la Provincia de Buenos Aires, en que tuvo que desertar al acabarse su stock de neumáticos. Un problema repetitivo del pesado y veloz SSK que desbandaba cubiertas y pelaba diferenciales como choclos.

Mientras Malcolm corría en Europa, Zatuszek batallaba en Argentina con el K bautizado el Omnibus por todo el mundo. Su amigo y acompañante habitual Julio Berndt, al que dinero no le faltaba, compró un SSK Rennwagon Nº 36246 ostensiblemente para su amigo Zatuszek. Pero se interpuso una pelea estúpida entre los dos amigos y, cuando llega el auto a Buenos Aires a mediados del ´29, un ofuscado Berndt lo vende inmediatamente a Pedro "Perico" Ganduglia. Días después Berndt y Zatuszek arreglan sus diferencias y Berndt nuevamente se puso a la caza de un SSK. Para las 500 Millas de Rafaela el Audax en Córdoba y GP de Bs. As. en Chivilcoy, Ganduglia les presta su auto nuevo y Zatuszek sale 2º en Rafaela, 1º en el Audax , abandonando en Chivilcoy por neumáticos.

Se supone que entre el ´33 y ´34 el auto ya pertenecía a Zatuszek, quien conservaba el viejo "Omnibus" y lo usaba solo en los Grandes Premios, pero equipado con el motor del SSK de 7200 cc en lugar del motor original de 6300 cc. En este formato salió segundo en el GP de 1930 y 1º en el ´31. Más tarde el viejo Omnibus sería usado como auxilio para el SSK.

Durante el ´33 y ´34 se suspendieron las carreras por la depresión. El "alemán" experimentó hacer un auto de tracción delantera dando vuelta el motor en algún chasis adecuado y colocando un tubo De Dion delantero suspendido por cuatro elásticos cuarto-elípticos muy similar al Cord L29. Con el motor gigantesco adelante, llevado a 7300 cc la caja también robusta y un diferencial capaz de resistir el torque de la bestia, estoy seguro que el peso declarado de 1400 Kg se repartía 70% sobre el eje delantero y 30% sobre el trasero, haciéndolo tremendamente sub-virante. Zatuszek probó el auto y hablaba de las ventajas de la tracción delantera, pero el auto nunca se vio en las pistas. Debe haber sido muy difícil de manejar. El proyecto murió con su accidente fatal, y creo que el motor volvió al K, que eventualmente fue comprado por Martín Arana y Jorge Penedo. Actualmente el K, u "Omnibus" está en Italia.

APUNTES SOBRE EL "OMNIBUS"

El auto del relato, el 26245 de Zatuszek, vestía la carrocería espartana propia del SSK, que quiere decir Super Sport Kurtz (corto) y no Kompressor, ya que el único Mercedes K de Kompressor era el adefesio largo alto y angosto que aquí fue este "Omnibus" de Zatuszek, quien fue el único capaz de domarlo y ganar carreras con semejantes aparato de Daimler Benz. Lo primero que hizo Ferdinand Porsche cuando descubrió sobre qué le habían colocado el magnífico motor de su creación en 1922, fue tirar el chasis al diablo y bajarlo unos 50 cm, ensanchando la trocha unos 10-15 cm y cambiando, además, el sistema de frenos y la geometría de la dirección. También repartió mejor los pesos y otros etc. etc. De una bestia indomable hizo un auto sport que llegó a competir en GPs Europeos y ¡ganarles a los Bugatti y Alfa monopostos! Claro que, con un motor de 7300 cc y 300 hp con chancho, un Alfa ó Bugatti de menos de la mitad de esa cilindrada poco podían hacer…

Pichón Rocha y el SSK a la carrera. (Archivo <br/> Sánchez Ortega www.vivenaqui.com.ar)
Pichón Rocha y el SSK a la carrera. (Archivo
Sánchez Ortega www.vivenaqui.com.ar)
Luego de la restauración de Pichón Rocha el <br/> auto posó en una plaza de San Fernando para  <br/> la revista Corsa. Hoy el auto descansa <br/> nuevamente en su Alemania natal dentro de un <br/> magnífico museo. (Archivo Sanchez Ortega  <br/> www.vivenaqui.com.ar)
Luego de la restauración de Pichón Rocha el
auto posó en una plaza de San Fernando para
la revista Corsa. Hoy el auto descansa
nuevamente en su Alemania natal dentro de un
magnífico museo. (Archivo Sanchez Ortega
www.vivenaqui.com.ar)
Omnibus: nótese su tamaño
Omnibus: nótese su tamaño
Omnibus
Omnibus
De izquierda a derecha: Miguelito Zatuszek  <br/> con gorra, acompañante de Fermín Martín.  <br/> Sentado sobre la cubierta trasera Plácido  <br/> Ruiz y sentado en frente del volante Fermín  <br/> Martín.  Los tres protagonistas que  <br/> perdieron la vida en el accidente de Tres  <br/> Arroyos en el año ´38.  Foto tomada en la  <br/> línea de largada.
De izquierda a derecha: Miguelito Zatuszek
con gorra, acompañante de Fermín Martín.
Sentado sobre la cubierta trasera Plácido
Ruiz y sentado en frente del volante Fermín
Martín. Los tres protagonistas que
perdieron la vida en el accidente de Tres
Arroyos en el año ´38. Foto tomada en la
línea de largada.
Fermin Martin al lado de su auto antes de la  <br/> carrera.
Fermin Martin al lado de su auto antes de la
carrera.
El auto que murió dos veces
El auto que murió dos veces
El auto que murió dos veces

Retomó la actividad automovilística en junio de 1935 en Rafaela, para las 500 Millas que ganó sobre Fermín Martín en un Fiat. Luego en septiembre ´35, el SSK fue primero en Paraná otra vez aventajando a un Fiat, el legendario auto de Ricardo Carú.

En el ´36 obtuvo un primer puesto en San Francisco, dos segundos puestos en Lincoln y en la costanera de Buenos Aires y finalmente un tercer puesto en la costanera de la Ciudad de Santa Fe, una de las pocas veces que Luis Brosutti le ganó con su SS reformado en Mercedes Benz a un SSK, pero con la cola en punta.

1937 pintaba muy bien desde el comienzo: El 3 de enero lograba un tercer puesto en Mar del Plata atrás del Alfa 3800 cc monoposto de Anzani y el Hudson de Donzino. Dos primeros en Llavallol y Olavarría. Luego dos abandonos y un primer puesto en San Francisco. Después arrasó en Rafaela con un record de vuelta de 190.285 Kph, seguramente con el motor SSKL que le cedió la fábrica, con el compresor "Elephant", porque el SSK no llegaba a tal velocidad y, para colmo, en tierra. Fue el récord de vuelta más rápido al sur del Ecuador por ¡una década! Tuvo una buena carrera en Tucumán el 18 de junio saliendo segundo detrás del Alfa 3200 cc monoposto de Ricardo Nasi.

Tucumán fue su última carrera completa, tuvo dos abandonos y luego el 1º de octubre vino la carrera de Casilda y volviendo despacio a su box luego de clasificar, conversando con su hermano Miguelito, perdió concentración y tomó una curva en ángulo recto, bien de campo, demasiado rápido, entró en la zanja y volcó suavemente sobre el alambrado, Zatuszek golpeó su cabeza en uno de los postes y se desnucó. Muerte instantánea. Miguelito y el auto no sufrieron ningún daño. En los 10 años que corrió intervino en 38 carreras, ganó 11 incluyendo Rafaela 2 veces y el GP Nacional también en dos ocasiones. Entró segundo en 8 ocasiones y tercero en cinco. Tuvo 15 abandonos, generalmente por problemas de cubiertas ó válvulas que se incineraban por efectos del compresor Así se fue ese ídolo, siempre fiel a la marca Mercedes y con unos brazos y manos de hierro para dominar la fuerza bruta teutona.

Al mes, el auto que le sirvió tan bien a Zatuszek tenía un nuevo dueño, Fermín Martín, un piloto sólido que hacía lo que podía con un Fiat, que únicamente veía la cola trunca del SSK en carreras. Marczak, socio de Zatuszek en su taller, estaba tan acongojado que no quería ni ver el auto de su cuñado y le vendió el Mercedes y todos los repuestos a Martín, supongo que no el motor SSKL ni el compresor "Elephant". Ya que cuando yo vi el auto siendo reconstruido en el taller de Pichón Rocha en 1972 el motor aparentemente era un SSK común con el compresor mediano.

La primera carrera del SSK al mando de Martín fue la de Tres Arroyos, casi exactamente un mes después de la fatídica carrera de Casilda, el 7 de noviembre del ´37. Hizo el record de vuelta, pero tuvo que abandonar por algún motivo, así que no pudo debutar ganando, cediendo la punta a Brosutti en el SSK de carrocería curiosa.

Logró un segundo puesto detrás del Alfa de Arzani en Mendoza y su primer triunfo vino el 25 de septiembre de 1938 en Olavarría, escoltado por Garabato (Chrysler) y Olivari en el SSK Nº 36246, el hermano menor Nº 36245 de Martín.

Pero la alegría duró poco, la próxima carrera fue el 13 de Noviembre del ‘38 en Tres Arroyos. En la segunda vuelta, en un circuito de polvo seco por una gran sequía que sufría la zona, los autos levantaron una cortina de polvo que quedó suspendido en la línea de partida, tan espesa que los espectadores no podían ver los autos que pasaban. En esas condiciones los competidores manejaban virtualmente ciegos, siguiendo la ruta por los postes de telégrafo y las copas de los árboles. En esta tiniebla de polvo Plácido Ruiz en su REO, con una goma pinchada, buscaba su box, a baja velocidad, pasó Olivari en SSK (‘246) pero, Fermín Martín quien venía detrás con su SSK (245) envuelto en una densa nube y a plena velocidad (140-160 Kph) le pega de lleno en la cola al REO con el tanque de nafta lleno, este se parte y lo baña a Ruiz con nafta que se prende fuego inmediatamente produciéndole severas quemaduras. El auto de Martín y su acompañante Miguel Zatuszek voló por el aire cayendo de punta, terminando con el chasis quebrado en dos a la altura del torpedo, el gran motor y el tren delantero se arrancaron como así también la carrocería. Como broche final, el tanque de nafta se prendió fuego. La destrucción del viejo y fiel guerrero fue total.

Miguel Zatuszek murió instantáneamente, Martín agonizó algunas horas falleciendo a la tardecita. Plácido Ruiz sobrevivió unas horas más, falleciendo esa noche. Había otra víctima, un espectador que trató de apagar el fuego en la ropa de Ruíz con su saco, no advirtió un charco de nafta en alguna huella y él mismo se prendió fuego y murió en su heroico intento de salvar al piloto.

José Fanto le compró los restos del auto a Marczak, quien había seguido atendiendo el auto para Fermín Martín, recuperando los restos del auto luego de Tres Arroyos. Dentro del lote de fierros retorcidos también fue el radiador, tren delantero y dirección que Zatuszek y Marczak habían comprado nuevos en la fábrica cuando fueron a Alemania en 1937.

Trabajosamente Fanto reconstruyó los despojos del SSK sobre un chasis de un camión Morris, que era lo más parecido al del Mercedes, obviamente llevado a las medidas generales de éste, mediante cortes y soldaduras varias y usando los travesaños sanos (posiblemente con el número de chasis en uno de ellos). El trabajo fue muy bien hecho, porque por lo menos Pichón y yo lo revisamos de punta a rabo y no encontramos señales de soldaduras ó injertos non santos. Pero la carrocería que era obra del herrero del pueblo (Rafaela) dejaba mucho que desear. Digamos que el auto tenía un "buen lejos", y era una caricatura del original, nada más. Para colmo estaba pintado negro mate, lo que tampoco lo favorecía.

Entiendo que se presentó en algunas carreras en '40-‘41 sin ningún resultado positivo. Fanto tuvo que esperar hasta el ´49 cuando ya se conseguían cubiertas y nafta buena para presentarse en las 500 Millas de Rafaela, donde ganó sobre Nasi-REO, Emilio Kellenberger-Mercury y Luis Brosutti-SSK. En 1950 vino el equipo Talbot-Lago con Fangio, Gonzalez y Rosier imponiendo un ritmo tan feroz que Fangio y Rosier le sacaron 8 vueltas al Mercedes SSK de Brosutti y Fanto rompió algo tratando de mantener los Talbot a la vista. Al año siguiente, ‘51, Fanto ganó nuevamente sobre Emilio Kellenberger-Lincoln y Blanco en el legendario REO. Esta fue la última carrera seria que corrió este famoso auto o, al menos, algunas piezas que quedaron del SSK 36245.

Del ´51 en adelante no supe nada de él hasta el ´66 ó ´67 cuando lo vi debajo del viaducto del FCNGSM (en ésos días) sobre Avda. Int. Bullrich frente al cuartel del Regimiento de Patricios, lleno de polvo, en un rincón, al lado del portón de lo que aparentaba ser un depósito de vinos en damajuana. Aunque sabía que no tenía el dinero para comprarlo, busqué el encargado. No sabía nada del auto, que estaba tal cual. Cuando alquilaron la barraca, como no molestaba, ahí quedó. No tenía idea de quien era el dueño, suponía que del dueño de la barraca. Chau….mucho gusto.

Imaginen mi sorpresa cuando en "Parabrisas-Corsa" leí un artículo de un tal Enrique Sánchez Ortega que había encontrado un SSK en una maderera en Liniers un par de años después, con una foto de la playa del establecimiento, con Enrique en la foto con la barba hasta las rodillas (¡foto shop, por supuesto!) parado cerca de ¡"mi" auto! A la postre lo comprarían en sociedad Iriarte y Macome, luego Iriarte compró la parte de Macome convirtiéndose en único dueño.

El auto se restauró muy bien, salvo que se notaba que el chasis era más alto. Lo bueno es que pateaba como un SSK. Estuve presente cuando Pichón Rocha le ganó una picada al Jaguar E ´61 de Macome. El SSK en 500 metros le ganó de ida y de vuelta. Después de los 500 m el Jaguar intentaba alcanzarlo como un caballo desbocado.

Retomé contacto con el auto cuando en 1972 llevé el motor y caja de mi Delage al taller sagrado de Pichón Rocha y, ahí, desnudo, sin vestigios de carrocería, yacía el chasis y parte de la mecánica del mítico SSK 36245, en plena reconstrucción. Unos meses después tuve unos viajes por el circuito de prueba que únicamente Pichón podría haber imaginado, que incluía Avda. 11 de Septiembre y Libertador (angosto) en Victoria, a velocidades totalmente ilegales, en un auto casi sin vestigios de carrocería ó faros ó papeles. Pura adrenalina, el "chancho" aullando en los cambios, el huracán en la cara, el latido sordo del motor masivo con el escape sin silenciador, fue una experiencia que nunca olvidaré.

Con la bestia viva, se completó la carrocería en poco tiempo, by Galicio por supuesto, dos faros Marchal Trilux, dos bocinas Bosch completaron el frente, y dos auxilios la cola pintado blanco tiza, ¡lo único que faltaba era Caracciola y Nürburgring!

Rodolfo Iriarte tuvo el auto unos 3-4 años hasta que el "dealer" B. Paul Moser le hizo una oferta que no pudo rehusar, a pesar de haber señalado todas las partes no-originales como el chasis, los faros y sus dudas del tren trasero. Fui uno de los que acompañamos el auto en la recién inaugurada Lugones, donde el veterano Mercedes nos sacó 100 m de ventaja sin transpirar. Fue su última "carrera" en tierra Argentina. En USA pasó a manos de un Dr. Bennett y en los noventa fue totalmente destruido con otros autos cuando se incendió el garaje de Bennett. Hubo preguntas y se rumoreaba que el incendio fue intencional, porque Bennett necesitaba la plata del seguro, pero nunca se pudo probar. Del SSK quedó el chasis y ejes con las llantas, y poco del motor y caja. La carrocería Galicio, y muchas cosas más de aluminio ó bronce se derritieron.

Los restos fueron comprados por un alemán, Alfred Richter, que hizo un chasis nuevo según planos de Mercedes, salvando lo poco que pudo. Armó una nueva carrocería, con un motor que consiguió, creo que en USA. Pero caja de cambios, volante, columna y caja de dirección, instrumentos, etc. ni idea de donde salieron. Creo que todo el trámite le llevó 10 años. Desde el 2003 pasea con el auto que tiene carnet FIVA y FIA. El trabajo de Richter es asombroso, pero no creo que se pueda llamar el auto de Zatuszek, ni de Iriarte, es una reconstrucción lograda con la perfección que caracteriza a los alemanes. Estoy seguro que el auto de Richter no tiene más de un 10% de piezas originales del SSK Nº 36245. El auto se destruyó dos veces por el fuego: una en 1938 y más tarde en el incendio del garaje de Bennett. Pero para mí, el auto de Zatuszek, el original, el legendario, dejó de existir en Tres Arroyos el 13 de noviembre de 1938.

HISTORIAL DEL "36246"

Mi querido sobrino:
Dando como cierto todo lo que trabajosamente desenterró Guillermo Sánchez de las entrañas de Daimler Benz A.G. de Alemania, el primer dueño fue Juan Malcom quien lo vende a Berndt, que inmediatamente lo vendió a Pedro Ganduglia. Este, debido a presiones familiares ("¿¡¡Te compraste QUE!!? Hijo te vas a matar…" "Si vas a correr con eso, buscate otra mujer, yo me voy..." etc. etc.) Ganduglia se percató que había un cierto mar de fondo en su familia y le prestó el auto nuevo a Zatuszek para correr las 500 Millas de Rafaela y el Audax en Córdoba saliendo 2º en Rafaela y 1º en Audax con el enigmático Julio Berndt de co-piloto. Luego pasó a ser de Eduardo Estanguet, quien lo pasó a Osvaldo Parmigiani, a Alfredo Olivari, a Sigrand, Salatino, Luis Brosutti, Dr. Gonzalez, Buby Salzman (yo vi el auto con Buby al volante bajando por Alsina a Paseo Colón en 1960, pintado de verde botiquín con guardabarros blancos tipo moto), luego a Eduardo Zampini del CAS y a un tal Ahumada que fue quien lo exportó a USA. Hoy está, como todos los SSK, en Alemania (por lo menos los SSK Argentinos). Es posible que este fuera un SSK real de fábrica. Los otros parecen haber sido originalmente S ó SS, acortados y alivianados, algunos en la fábrica en Stuttgart y otros a la criolla. El otro que probablemente era un verdadero SSK fue el 36245, pero porque fue un S modificado por la fábrica, con piezas legítimas de SSK.

Por: Roberto Macnie