Historias de Aguirre
Andanzas de un aventurero del siglo XX, amante de la literatura y los automóviles clásicos; "...uno, como cualquiera de nosotros, pero peor..."
Revista número 57 ISARD 700 – UN AUTO BIEN ACEITADO. PARTE III Dejamos el Isard en tan buenas manos, y nos fuimos a caminar por la linda Mendoza. Desde la tarde anterior estábamos alojados en casa de los tíos de Willy. Los amabilísimos –Cnel. (RE) Francisco Plate y su señora esposa "La Gringa", ex Reina de la Vendimia, más linda que una bolsa de guita- nos re...
| |
Revista número 56 Isard 700 – Un auto bien aceitado. Parte II Una fresca mañana de lunes (o martes, o jueves) partimos desde mi casa con destino a Mendoza, La Tierra del Sol y del Buen Vino. A ninguno de los tres nos importaba –entonces- ni el sol ni el vino. Sorprende lo que el mero paso del tiempo opera sobre los gustos del varón adulto. En estos tiempos ...
| |
Revista número 55 Isard 700 – Un auto bien aceitado. Parte I A principios del verano de 1963, Willy Plate y yo habíamos decidido desprendernos del kart que tantos sinsabores nos proporcionara.
| |
Revista número 54 NSU PRINZ Durante prácticamente las dos primeras presidencias de Perón, la importación de automóviles estuvo prohibida. Sólo se exceptuaban de tal prohibición los autos destinados a algunos pocos privilegiados y los para diplomáticos.
| |
Revista número 53 "En el karting, hice ruido". Parte III Continuando con la historia de los Red Devils, Alberto Coco Rojo (alias Al Red), la siguiente temporada trajo 6 Ford nuevos para hacer sus chiches. La gente no podía creer que utilizaran esos autos nuevos para hacer tales cosas. Recuérdese que estábamos a principios de la apertura de importaciones. ...
| |
Revista número 52 "En el karting, hice ruido". Parte II Un día cayó Cacho Fangio, en un Ford 38 negro. Nos dijeron que era el hijo de Fangio; les dije que yo era el hijo de Nuvolari, y Willy el de Caracciola. Pero era cierto y le prestamos el kart. Dio algunas vueltas y quedó encantado. ("Me lo probó el hijo de Fangio, gil").
| |
Revista número 51 En el Karting, hice ruido. Parte I Desde que puedo recordar, me apasionaron los autos, las motos, los motores. Sus ruidos y sus olores. No puedo hablar de otras sensaciones, porque en aquellos tiempos, a mis 14 años, yo nunca había manejado nada a motor. No debo acreditar como experiencia el haber dado una vuelta a la manzana en el t...
| |
Revista número 50 El Navegante En enero de 2003, mi amigo Jorge me invitó a acompañarlo en la II Edición de la Semana Internacional del Automóvil Sport y Clásico de Punta del Este, a bordo de su Allard-Cadillac J2 de 1951.
| |
Revista número 49 Las picadas de Ezeiza Mi hermano, el confiable Abanderado Con Anteojos, en complicidad con este servidor (ni abanderado, ni confiable, ni nada; sin anteojos), decidió practicarle al Lincoln Cosmopolitan 49 de nuestro padre, un escape contra natura. Una salida hacia el costado derecho, oculta y terminada con un tapón rosc...
| |
Revista número 48 Yo, un modelo ´41 Cuando todo empezó, yo era un nene. Sobre los hombros de mi padre estuve presente el día en que se mató Pierre Wimille, en Palermo.
|